¿Dejará EEUU caer a Zelenski?

El pasado 15 de noviembre, un misil de fabricación rusa cayó en territorio polaco, causando la muerte de dos personas. Este hecho constituye, hasta ahora, el episodio más peligroso ocurrido desde el comienzo de la guerra. Si se hubiese concluido que se trataba de un ataque deliberado por parte de Rusia a Polonia —miembro de la OTAN—, las consecuencias hubieran sido dramáticas. Un ataque a un país de la OTAN se considera un ataque a todos los países miembros de la Alianza y, en caso de invocarse al Artículo 5, hubiera exigido una respuesta conjunta contra el agresor. Es decir, supondría el inicio de la III Guerra Mundial.

A Dios gracias, las respuestas, tanto de Polonia como de la OTAN, han sido pausadas y responsables. Lejos de echar leña al fuego, el presidente de Polonia, Joe Biden y los portavoces de la OTAN han apostado por la prudencia. Es más, por primera vex, Rusia no ha sido responsabilizada del incidente, sino Ucrania.

Esta actitud contrasta con la del presidente ucraniano Zelenski. Este, desde el principio, se ha empeñado en apagar el fuego con gasolina. Lejos de esperar a los resultados de la investigación o de mostrar sus condolencias a Polonia, se ha empeñado en acusar a Moscú del lanzamiento del misil, a sabiendas de lo que eso significa. Esta actitud le ha valido una reprimenda por parte de EEUU. Al parecer, según la CNN, el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, le habría llamado el martes exigiéndole que cuidase las formas y las acusaciones sobre la implicación de Rusia en la explosión de la localidad polaca de Przewodow.

Desde hace algunos meses, la administración Biden está aconsejando al presidente ucraniano que negocie con Rusia el fin de la guerra. Zelenski sigue haciendo oídos sordos, probablemente por el éxito de la contraofensiva de sus fuerzas armadas. Pero las guerras, como ya ha aprendido Rusia, tienen vaivenes en los que parece que vas ganando y luego vienen los varapalos. Por eso cuando se está en condición de superioridad es el mejor momento para negociar, no sea que luego se vuelvan las tornas contra ti.

La actitud de Zelenski en este asunto, unida a su constante acusación a occidente de no apoyar a su país lo suficiente, y las consecuencias globales de la guerra (acércate al supermercado y me entenderás), pueden volverse en su contra. No me extrañaría que, de obcecarse en su actitud, veamos un cambio en la postura de los EEUU y, por ende, del resto de sus aliados, que conlleve la caída del presidente ucraniano.

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