La Caverna del Mentat

Hace unas semanas estuve en Ceuta. Las calles estaban iluminadas como en Navidad. Se celebraba el Rosh Hashaná , el año nuevo judío: ni más ni menos que el año 5783. Este año, el Hanukkah judío casi coincidirá con la Navidad cristiana y será fácil participar en este acontecimiento en la ciudad de Toledo. He celebrado el fin del Ramadán con amigos musulmanes y me lo he pasado de maravilla. Todas estas fiestas que he citado las he vivido en un contexto claro y preciso. Es decir, con las personas que profesan dichas religiones y están imbuidas del espíritu que emana de estas celebraciones. Es por ello que me cuesta celebrar Halloween . Si en España viviera una potente comunidad estadounidense, lo podría entender. Pero en nuestro país, a pesar de nuestra fuerte ascendencia celta, y quitando Galicia, no existe esta tradición. Si tenemos tradiciones paganas cristianizadas como las hogueras de San Juan o la quema de los Judas, pero no tenemos Halloween . Me da que, lo que celebr

El conocimiento de la historia y de la geografía nos ayuda a comprender el mundo en que vivimos. Soy de la opinión de que el mundo está como está porque nuestros líderes y aquellos que rigen nuestros destinos no se han leído un libro de historia en su vida, o piensan que un mapa es un conjunto de dibujitos bonitos. Me recuerdan a una señora que, una vez, le pidió a mi padre medio metro de libros bonitos para adornar una estantería. Y el problema no es solo español, sino global. Un mapa no es solo una representación del terreno. En un mapa podemos volcar datos económicos, reflejar alianzas, visualizar flujos migratorios o comparar sistemas sanitarios. En un mapa podemos retrotraernos al pasado y contemplar territorios que, en otro tiempo, fueron colonias de otros países; podemos observar como han variado las fronteras; identificar corredores de movilidad o localizar fuentes de recursos naturales. Estos datos, junto con ciertas nociones de historia, nos abren un amplio abanic

Hace poco participé en un foro en el que se comentó que la guerra las ganan las corporaciones. Esta afirmación se refería al apoyo que Elon Musk o, mejor dicho, su empresa SpaceX , había proporcionado a Ucrania desplegando en la zona terminales de Starlink para garantizar el servicio de Internet en la zona. Elon Musk The Royal Society , CC BY-SA 3.0 , via Wikimedia Commons El caso es que este apoyo podría irse al garete tras unas declaraciones de Elon Musk, en las que hacía una serie de propuestas para acabar con la guerra en Ucrania, y la respuesta del embajador ucraniano Melnyk Andrij recomendando literalmente a Musk que «se fuera a la mierda» ( fuck off en el original). La respuesta de Musk no se ha hecho esperar y, además de contestar en Twitter «eso es lo que hemos hecho», ha solicitado al Pentágono que financie el servicio de Starlink en Ucrania ya que SpaceX no puede permitirse seguir costeando los terminales desplegados. Esta afirmación no está exenta de polé

Los que me conocen saben que no soy de horóscopos, tarots y demás memeces. Y por ello se preguntarán por qué se me ocurre defender la práctica de consultar el oráculo chino del I Ching para tomar decisiones. ¿Me he vuelto loco acaso? La respuesta es no. Imagen realizada con la IA Stable Difussion El I Ching o Libro de las mutaciones es un antiquísimo texto chino que se puede comprender desde distintos puntos de vista. Según el modo en el que te acerques a él, puede considerarse un libro sapiencial, un tratado de moral o, como hemos comentado al principio de este artículo, un oráculo. Al igual que ocurre con Heráclito , la filosofía que sostiene el I Ching es la de la permanencia del cambio, a lo que suma la dialéctica entre los opuestos: el ying y el yang . No es un libro que se pueda leer de un tirón, es más bien un libro de consulta en el que el azar se convierte en protagonista. Desde un punto de vista simplista, se trata de construir un hexagrama (un símbolo compu

La Guerra Fría fue la guerra de la disuasión. Ambos bloques creían firmemente en el mantra de la destrucción mutua asegurada y, por tanto, se evitaba, en lo posible, situaciones que pudieran llevar a la confusión y al lanzamiento de por error de armas nucleares. Y, aun así, nos llevamos sustos como la crisis de los misiles de Cuba. Hoy todo ha cambiado. Para colmo, hemos retrocedido a los años treinta del siglo pasado, en los que un Hitler venido arriba hacía y deshacía en Europa. Nadie le puso freno hasta que se cruzaron todas las líneas rojas y nos vimos inmersos en la 2ª Guerra Mundial. Hoy, le cambiamos el nombre a Adolfo y le llamamos Vladimiro y nos encontramos en la misma situación. Putin ha ido tirando de la goma y nadie se ha atrevido a cortarla a a tiempo para que se diera con ella en las narices. Ahora eleva el tono y occidente no sabe que hacer. La exitosa contraofensiva que está conduciendo Ucrania ha roto los esquemas de Putin. Ya ha insinuado que cree legíti