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Mostrando entradas de febrero, 2021

Sal de la burbuja informativa. Burla el algoritmo.

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Imagen de Moses Mehraban Algunos derechos reservados ¿No te ocurre a veces que las sugerencias que te ofrecen tus redes sociales o tus feeds de noticias son demasiado acordes con tus opiniones o con tu forma de pensar? Parece cómo si alguien te estuviera leyendo el cerebro y te presentara aquello que quieres leer, escuchar o comprar. Pues no, ni es magia, ni te están leyendo el cerebro. Simplemente, somos prisioneros de los algoritmos. En principio, la idea no es mala. Gran parte del uso que hacemos de Internet tiene que ver con nuestros hobbys y aficiones. Y si la máquina es capaz de encontrar ese producto que nos interesa rápidamente, pues mejor. Yo soy un amante del heavy metal y, búsqueda tras búsqueda, like tras like , youtube y otros servicios de streaming me proponen nuevas bandas y estilos que me pueden interesar. Lo mismo pasa con otra gran afición mía cómo es la fotografía. El problema no está a la hora de practicar nuestros hobbys o en el momento de planificar u

¿Son las vacunas la panacea frente al COVID 19? Sí, pero no

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  Imagen de PIRO4D en Pixabay En el poco más de medio año que llevo escribiendo este blog, me he resistido a tratar el tema del COVID 19. No es que no me interese, pero creo que estamos sobresaturados de noticias de la pandemia. Abres un periódico, enciendes la radio, pones las noticias en la tele o entras en cualquier medio en Internet y te encuentras al puñetero virus. Y todo ello sin contar con las cadenas de whatsapp , los bulos, los memes y, cómo no, las teorías conspiratorias. Hay demasiado ruido en el sistema. De ahí que no haya querido embarrar más el charco. Pero, precisamente por eso, por la gran cantidad de información y datos con los que nos bombardean a diario, la mayor parte de las veces sin filtrar y sin pasar por el más somero análisis, creo que es necesario hacer una pausa para reflexionar, ver en que estado nos encontramos y elucubrar hacia donde vamos. Sumario El caos inicial La presión hospitalaria La esperanza de la vacuna Pero, ¿y el tratamiento?

¿Son tan malas las redes sociales?

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  Un cuchillo bien afilado es una herramienta utilísima para cortar alimentos. Es más, un cuchillo bien afilado evita accidentes en el acto de cortar un jamón. Sin embargo, con un cuchillo bien afilado puedes rebanarle el pescuezo a tu compañero de piso o amenazar a un transeúnte para robarle. ¿Son malos los cuchillos? La respuesta obvia es no . El cuchillo no tiene voluntad. El malvado es el que lo usa con fines perversos. Es un tema recurrente en las noticias, la prensa y en publicaciones de todo pelaje, la maldad intrínseca de las llamadas redes sociales. Es cierto que compañías cómo Facebook no son precisamente ejemplares en cuanto al respeto a la privacidad. Pero no es menos cierto que se ha implantado una tendencia exhibicionista en una buena parte de los usuarios de estas redes. No nos podemos quejar de que alguien ha «tuneado» una foto nuestra en prendas menores, si antes la has colgado en una red por muy bien que tengas configurado los ajustes de privacidad. Las redes social

Los niños de Mitrovica

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  Tomé esta foto en el año 2004, durante mi despliegue en Kosovo en el año 2004. Me encontraba en las afueras de Mitrovica y estos niños se acercaron al vehículo. Venían sin miedo, inocentes, curiosos. No pidieron nada. Le ofrecí unos caramelos que llevaba en el vehículo y al ver sus caras, no pude resistirme a hacer esta foto. En la imagen no se ve el resto del paisaje: una zona rural, con casas a medio construir; pobre, sin llegar a miserable. Los serbios son muy orgullosos y, aun cuando les falte lo más indispensable, mantienen la cabeza erguida y la compostura. Pastaba alguna vaca delgaducha que no sé si sería capaz de dar mucha leche. En aquella época todavía no había estallado la crisis económica en España y, comparado nuestro nivel de vida con el de los habitantes de Kosovo, podríamos considerarnos unos potentados. Sin embargo, en la cara de estos niños no se reflejaba pena ni tristeza alguna. Eran felices en su infancia. Años después, en los tiempos que nos ha tocado viv