Aprende economía y logística con Dune

Ya era hora de que en un blog titulado La Caverna del Mentat se escribiera un artículo sobre la mejor saga de ciencia ficción jamás escrita: DUNE.

El argumento de Dune es tan vasto y tan universal que abarca una gran cantidad de temas. Es una saga atemporal, ya que la puedes leer en cualquier momento de tu vida y encontrar paralelismos con la época que estás viviendo.

En el post de hoy vamos a tratar la relación de Dune con la economía y la logística, en base a tres temas: los recursos naturales, la logística del transporte y la economía del conocimiento.

Los recursos naturales

Cualquiera que esté familiarizado con la saga sabe lo que es la especia melange. Esta sustancia es una droga que alarga la vida del que la toma. Pero esa no es su única ni su más importante utilidad. Las Reverendas Madres de la orden Bene Gesserit la emplean para comunicarse con las memorias de todas las Reverendas madres que las han precedido. Por otro lado, como ya veremos con la logística del transporte, permite a los navegantes curvar el espacio para realizar viajes espaciales a gran distancia. A todo esto hay que añadir la posibilidad de generar fibras de especia para fabricar ropas o su disfrute en formas de infusiones como el café de melange.

Este recurso solo se da en un planeta inhóspito con una carencia extrema de agua y terriblemente hostil para la vida. Cualquier cambio en este ecosistema tendría consecuencias catastróficas para la producción de la especia y, por tanto, para la economía global. El planeta se llama Arrakis, también conocido como Dune.

Vivimos en el mundo del petróleo. De él, no solo obtenemos energía sino plásticos, tejidos sintéticos e incluso conservantes alimentarios. El control de la producción petrolífera y su distribución genera una gran ventaja geoestratégica para el que lo logra. Lo mismo pasa en Arrakis. El control del planeta enfrenta a las distintas casas de la nobleza imperial y constituye una prioridad para el emperador.

Podríamos objetar que la tendencia a descarbonizar la economía restará valor al petróleo y su comparación con la melange perderá todo su sentido. Cualquier otra fuente de energía, renovable o no, sustituirá conceptualmente al petróleo en cuanto a disputas económicas y estratégicas se refiere. Creemos que el viento y el sol son accesibles desde cualquier parte del mundo, pero las tecnologías que extraen la energía solar y eólica pertenecen a unas pocas empresas. Estaríamos hablando de una melange del conocimiento, de la que hablaremos más adelante.

La logística del transporte

Las grandes empresas del comercio electrónico son, a su vez, las grandes usuarias de las compañías de transporte. Negocian acuerdos millonarios con los principales operadores logísticos. En Dune, el operador logístico por excelencia es La Cofradía Espacial. Los Navegantes transportan bienes y mercancías por todo el imperio. Las Grandes Casas pagan importantes sumas de dinero para que la Cofradía embarque a sus tropas y las trasladen a las zonas de conflicto.

Como toda compañía de transporte, la Cofradía depende de una fuente de energía. En este caso, la especia melange permite a los Navegantes decidir cual es la mejor ruta y plegar el espacio para seguirla. Sin melange nada se movería en el universo y la humanidad quedaría estancada atada en sus planetas de origen.

Imaginad que la industria del transporte colapsa. ¿Qué sería del comercio electrónico? Ya no podríais comprar nada por Internet, y mucho menos si procede de países lejanos. No es extraño que Frank Herbert situara a la Cofradía Espacial como uno de los pilares del imperio.

La economía del conocimiento

Aquellos que quieran repetir el pasado deben controlar la enseñanza de la historia.

Esta cita está sacada del sexto volumen de la saga «Casa Capitular» y forma parte del ideario de la Bene Gesserit. La Bene Gesserit es una orden femenina de estilo monástico. Son las depositarias de un ambicioso programa genético cuyo propósito es el de crear un ser sobrehumano que las ayude a manipular el imperio. Su ambición no es gobernar, sino influir desde un segundo plano. Es por ello que son unas notables espías y tienen la habilidad de conseguir los secretos más ocultos. De hecho, en las Grandes Casas siempre hay una Decidora de la Verdad que es una hermana de la Orden que es capaz de discernir la sinceridad de cualquier persona.

Por otro lado, tenemos a los Mentat. En el universo de Dune no existen las computadoras. El papel de estas lo realizan personas especialmente adiestradas que son capaces de analizar grandes cantidades de datos. Al igual que las Decidoras de la Verdad, las Grandes Casas cuentan con un Mentat que les apoya en las grandes decisiones y les ayuda a diseñar políticas y estrategias.

Los datos, la información y el secretismo son parte intrínseca de la saga. Hoy en día tenemos ordenadores y algoritmos exclusivamente dedicados al análisis de datos. Las grandes compañías y los gobiernos se disputan a los programadores de algoritmos como las Grandes Casas hacen con los mejores Mentat o con las Decidoras de la Verdad. El conocimiento, que no es otra cosa que la información organizada e interpretada, se ha convertido en una de las mercancías más valiosas.


Como hemos podido constatar a lo largo del post, la saga de Dune y los acontecimientos que suceden en el planeta Arrakis constituyen interesantes analogías con nuestro mundo que iremos desmenuzando en próximos artículos. Espero haber sembrado la semilla de la curiosidad para que os enganchéis a esta epopeya.

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