Las ventajas del inventario único
En este blog hemos hablado ya un poco sobre logística. La primera vez, fue de forma limitada y enmarcada en el universo de Dune. La segunda vez, analizábamos el éxito de Inditex. Hoy atacamos el mundo de los inventarios.
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La gestión de un inventario tiene dos funciones principales. La primera es obvia, conocer de forma cuantitativa que es lo que tienes y donde lo almacenas. La segunda, y más importante, te sirve para analizar tu negocio. El estudio pormenorizado de la rotación de productos te puede ayudar a prever la demanda y, más importante aun, conocer el capital que tienes inmovilizado e intentar darle salida.
Muchas empresas tienen sus almacenes repartidos en distintos puntos de la geografía. Entonces surge el dilema de si gestionar los almacenes de forma individual o de forma centralizada.
Vamos a darle forma al problema. Pongamos por ejemplo una empresa de ventas. Da igual que sea ropa, ferretería o repuestos de automóviles. Supongamos que la empresa tiene presencia nacional y tiene un almacén en cada establecimiento. Conforme a lo expuesto, tenemos dos formas de gestionar nuestros almacenes:
- Cada almacén controla su inventario. Cada vez que consumen o necesitan un producto lo piden a la central y esta lo repone.
- Desde la central se tiene acceso al inventario de todos los almacenes, refundiendo los datos en un único inventario.
Entre las ventajas de la primera aproximación, tenemos que es más sencillo de gestionar a nivel particular. Cada sucursal de la empresa tiene un inventario menor y fácilmente controlable. Por el contrario, la dirección de la empresa carece de visión global. Es posible que en algunas sucursales haya gran cantidad de material inmovilizado, con los gastos de espacio y económicos que acarrea, y que en otra sucursal se produzcan carencias y faltantes del mismo material.
El segundo sistema exige una buena infraestructura informática y de red, así como bases de datos constantemente actualizadas. A cambio, la dirección posee una visión global de su inventario, de su valor y de sus costes. Puede derivar líneas de productos de una sucursal a otra que, de otra manera, debido a una menor visibilidad, tendría que adquirir. Adicionalmente, conociendo los consumos globales, puede realizar una mejor previsión de necesidades, optimizando el proceso de compras.
Obviamente, comenzar no es fácil. Hemos hablado de la estructura y de las bases de datos, pero también hay que implantar nuevos procesos y vencer las resistencias al cambio.
Sin embargo, no hay excusa, en un momento en que la tecnología nos permite una gran visibilidad, aumentando así nuestra capacidad de análisis, para no aprovecharnos de las ventajas que proporciona un único inventario.
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