La Armada Invencible: Desmitificando la derrota y revelando sus inesperadas consecuencias positivas

Hace poco más de un año, escribí un post relatando las penurias que sufrieron los británicos en su intento de explotar la derrota de nuestra «Armada Invencible» en 1588. El artículo se titulaba El desastre de la otra Armada Invencible británica.

Revisando mis notas, he recuperado un artículo de Michael Howard titulado THE USE AND ABUSE OF MILITARY HISTORY. En él, el autor hace un análisis muy interesante sobre como se estudia y como debería estudiarse la historia militar. En dicho artículo me encontré con la siguiente reflexión del autor:

Recuerdo mi amarga desilusión al enterarme de que la gran victoria inglesa sobre la Armada en 1588 fue seguida, no por una paz gloriosa, sino (después de 16 años) por el acuerdo de compromiso más deshonroso que Inglaterra haya hecho jamás, y por 20 años durante los cuales fuimos poco más que un satélite del gran Imperio Español.

Cuando escribí el artículo sobre la Contraarmada no era consciente de la magnitud de las consecuencias que para los británicos tuvo nuestra ¿derrota? Investigando, descubrí que no solo el mal llamado «desastre» de nuestra Armada no fue tal (leed mi post), sino que incluso tuvo efectos positivos para nuestro imperio.

Hagamos un resumen de las consecuencias tanto para los británicos como para los españoles:

1. Los británicos tuvieron que afrontar su propio desastre con la Contraarmada que les supuso una pérdida de 78 buques y casi 24000 muertos. La Armada Invencible perdió 28 buques.

2. También sufrieron una tremenda crisis financiera debido a que la expedición de la Contraarmada agotó el tesoro real de Isabel I

3. El poderío naval español se mantuvo. Felipe II puso en marcha una serie de medidas para reconstruir la flota española que mantuvo su hegemonía en los mares durante casi cinco décadas más.

4. Para colmo, como apunta Howard, 16 años después de la derrota, en 1604, Inglaterra suplicó la paz a España. Una paz que se materializó en un tratado (que el autor en la cita califica como el «más deshonroso que Inglaterra haya hecho jamás») en el que los británicos renunciaban a tratar con piratas holandeses, también renunciaba a atacar barcos españoles en América, se comprometía a abrir el Canal de la Mancha a la flota española además de permitirle a nuestra flota usar los puertos ingleses en su lucha contra los rebeldes holandeses.

Es muy triste como nos gusta a los españoles regodearnos en nuestras derrotas y fracasos y, peor aun, que poco conocemos nuestra historia. En el caso que nos ocupa, España no solo supo recuperarse de una derrota, sino que tomo ventaja de esta convirtiéndola en un gran éxito.

Mis profesores de historia nunca me enseñaron esto.