Los tanques de Ucrania

¡Nunca te rías de dragones vivos! El Hobbit J.R.R. Tolkien

Imaginaos en un mundo pretecnológico, casi medieval, en el que solo protegidos por vuestra armadura y con una espada en las manos, debéis enfrentaros a un dragón. ¿Qué sentiríais? ¿Miedo, pavor, horror? Así se sienten los combatientes cuando el carro de combate aparece en el campo de batalla: Una bestia inmensa de metal que escupe fuego. Eso es un carro de combate.

Hace tiempo que debía haber escrito este post. Se me ocurrió cuando el líder ucraniano Volodomir Zelenski empezó a pedir, más bien exigir, carros de combate con los que contrarrestar la previsible ofensiva rusa de esta primavera.

Hasta la invasión de Ucrania por parte de Rusia, la estrategia occidental se había degradado en beneficio de la guerra híbrida. Los defensores de este concepto afirman que las guerras se desarrollarán en la denominada «zona gris» donde la propaganda, la desinformación, la subversión y la ciberguerra definirían el campo de batalla. El choque violento entre fuerzas militares quedaba relegado a un pasado más bárbaro.

La guerra híbrida sirvió como excusa para rebajar el gasto militar y se cobró como primera víctima al carro de combate. ¿Para qué vamos a invertir grandes cantidades de dinero en un sistema de armas caro y gravoso de mantener?

Un Leopardo 2E español durante las maniobras del ejercicio Trident Juncture 18 en Noruega, año 2018.

Petty Officer 2nd Class Deanna Gonzales, Public domain, via Wikimedia Commons

El carro de combate, el tanque, ha sido estigmatizado desde su misma aparición en la ofensiva del Sommne el 15 de septiembre de 1916. A pesar de que sentó las bases de la guerra de maniobra, rompiendo el estancamiento de la guerra de trincheras, los tratadistas militares, una vez terminada la Gran Guerra se olvidaron del tanque. Tan solo los alemanes, con Guderian al frente, fueron conscientes del potencial de esta nueva arma.

La Guerra Fría y la amenaza de la URSS supusieron una época dorada de desarrollo para el carro de combate. Ante la posibilidad de un ataque acorazado masivo por parte de la Unión Soviética, los occidentales optaron por el desarrollo tecnológico que dio a luz máquinas como el Leopard 2 o el M1 Abrams tan de moda ahora en las noticias.

La disolución de la URSS y el discurso del «Fin de la Historia», dieron pie a un descenso en el gasto en defensa que, con doctrinas como la ya citada Guerra Híbrida casi desarma a occidente.

La Historia es tozuda y siempre pone las cosas en su sitio. El carro de combate, el tanque, es esencial para la victoria militar. Obviamente, no combate solo, se emplea junto con las otras armas: Artillería, Caballería, Infantería, Ingenieros y Transmisiones. Pero es esencial para vencer en la batalla. Y la guerra de Ucrania lo está demostrando. Sin tanques no hay victoria.

Por cierto, hoy se cumple un año del comienzo de la guerra.