El mapa de Waterloo

Cómo ya vimos en un anterior post dedicado a Napoleón, una errata puede hacerte perder una batalla. Pero como veremos ahora, los mapas también sirven para ganarlas.

El contexto es el mismo, mismo lugar y misma batalla: Waterloo.

Napoleón se encontraba exiliado en Elba. Su archienemigo, Wellington, se encontraba en esos momentos en los Países Bajos. Precavido, el británico recomendó al príncipe de Orange que reconstruyese sus fortalezas, al tiempo que ordenaba a un equipo de los Ingenieros Reales que cartografiase una serie de posibles campos de batalla.

En febrero de 1815, Napoleón escapó de Elba y, poco después, otra vez en el poder, la guerra se reinició. Para la batalla de Waterloo, Wellington ya contaba con un mosaico de diez mapas elaborados por los Ingenieros Reales. Esto le permitió planear la defensa con el resultado que ya conocemos.

Puedes ver este mapa en el siguiente enlace:

https://ageofrevolution.org/200-object/waterloo-map/

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