Reflexiones sobre el conflicto ruso ucraniano
Mucha gente confunde explicación con justificación. A veces, cuando hablo con algunas personas sobre el conflicto ruso ucraniano, tengo que explicarles que ni soy pro-ruso, ni estoy defendiendo la invasión. Lo que poca gente entiende es que para comprender cualquier evento histórico (y la invasión rusa de Ucrania lo es) hay que tener en cuenta los puntos de vista de todas las partes.
El 27 de febrero escribí el siguiente tweet:
Nuestro gran problema como sociedad es que creemos que la realidad es como debería ser, sin comprender que el mundo es como es.
— Alvaro Moreno (@am0reno) February 27, 2022
Esto viene a colación debido a que muchos se han dado un golpe de realidad al darse cuenta de que la guerra, no solo existe, sino que puede estallar cerca de casa. Estamos acostumbrados a percibir la guerra como algo exótico que ocurre en otros continentes y que sufren personas racial y culturalmente lejanas. Hoy, las víctimas de la guerra son muy parecidas a nosotros, viven en nuestro continente, algunos están afincados en nuestro país y los vemos por la tele.
Por todo ello, para que la realidad no nos de bofetadas por sorpresa, hay que investigar mucho y no creerse cualquier noticia que nos llegue por whatsapp o redes similares.
La invasión rusa de Ucrania era previsible. Los motivos ya los expuse en este post. La existencia de motivos, ya sean objetivos o no, no justifica esta invasión. Lo más triste de todo es que tampoco se ha hecho mucho por evitarla. La historia reciente de Rusia pasa por la desintegración de la URSS, una vergonzosa derrota en Chechenia y una crisis de identidad nacional. Occidente ha hecho poco o nada por integrar a Rusia de nuevo en el concierto internacional y eso ha ayudado a Putin a sembrar la semilla del victimismo entre los rusos. No hay táctica mejor que echarle la culpa de tus males a otros. Un enemigo externo, real o imaginario, es clave para aunar voluntades. Putin lo tiene fácil: occidente nos odia, la OTAN nos amenaza o los nazis ucranianos están masacrando a nuestros compatriotas. Occidente, por su parte, ha carecido del tacto suficiente para que su ampliación hacia el Este no pareciera una ingerencia en la antigua zona de influencia soviética.
Mapa de la zona realizado por el autor con el software QGIS. |
Ahora que las espadas están en alto, se debe extremar el cuidado a la hora de solucionar esta crisis. Obviamente, Ucrania no puede caer en manos rusas porque supondría un peligroso antecedente que podría aumentar las ansias expansionistas de Vladimir Putin. Por otro lado, no debemos cometer los errores de la I Guerra Mundial con una humillación a Rusia que anime al ultranacionalismo ruso.
Una solución salomónica podría ser negociar una mayor autonomía para el Donbass y el reconocimiento de Crimea como parte de Rusia. Tampoco vendría mal establecer una moratoria para el ingreso en la OTAN de Ucrania. En el fondo, todo quedaría igual que antes de la invasión y se ganaría tiempo para, esta vez sí, intentar establecer un marco geoestratégico con Rusia que evite nuevos conflictos.
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Cuánta razón tienes en lo del punto de vista a la hora de entender las cosas. Entre el bombardeo mediático, y la falta de conocimientos sobre la historia y política que tiene (tenemos) la mayoría, queremos creer que las cosas son como nos gustaría en vez de pararnos a entender cómo son realmente (parafraseo tu tuit, que además es válido no sólo para este tema, sino casi que para cualquier otro por nimio que sea)
ResponderEliminarTeniendo en cuenta que la población de Crimea votó casi en su totalidad por la anexión a Rusia, y viendo también el tema de Donbass, la solución que propones no sólo sería la más práctica para calmar las aguas Ucranianas y Rusas, sino que además sería la más diplomática, poque cualquier otra acción que implique incrementar el confilcto armado no le veo salida que no suponga mayor sufrimiento del que ya están experimentando
Una vez escuché a un profesor mío decir que no hay paz mala ni guerra buena. En cualquier caso, si todos aprendiésemos un poco de geografía e historia, nos iría un poco mejor. Un abrazo.
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