Misiles hipersónicos, la nueva amenaza

Los misiles hipersónicos son noticia desde hace algunos meses. Se consideran una amenaza ya que, debido a la elevada velocidad que alcanzan,son muy difíciles de detectar, por lo que las defensas antimisil lo tienen muy difícil para abatirlos.

Para que una tecnología se considere hipersónica, esta debe ser capaz de viajar a una velocidad superior a cinco veces la del sonido. Es decir, que supera los 6125 km/h frente a los 1235 hm/h que alcanza el sonido.

¿Qué hace tan peligrosas estas armas? En primer lugar, ya lo hemos dicho, su elevada velocidad lo que dificulta su detección y, por tanto, la reacción contra estas armas. En segundo lugar, a diferencia de los misiles balísticos que tienen una trayectoria parabólica a muy alta altura, los misiles hipersónicos viajan en las capas bajas de la atmósfera y desarrollan una trayectoria bastante tensa que complica aun más su detección, identificación y seguimiento. Si lanzáramos un misil de este tipo desde Pekín, alcanzaría la Casa Blanca en menos de dos horas y Madrid, en menos de hora y media.

Sirva como ejemplo un ensayo realizado por China en agosto del pasado año con un misil denominado DF-17, y que dio la vuelta al mundo volando en órbita baja, pasando tan solo a 40km de los EEUU sin que fuera detectado.

US DoD, Navy, Army jointly conducted a flight experiment of a common hypersonic glide body from Pacific Missile Range Facility, Hawaii on 19 March 2020

Un misil hipersónico (C-HGB) lanzado desde la instalación Pacific Missile Range, Kauai, Hawaii, aproximadamente a las 10:30 p.m. hora local, 19 de marzo de 2020, durante un experimento de vuelo del Departamento de Defensa de los Estados Unidos.

United States Navy, Public domain, via Wikimedia Commons

Esta tecnología, que se sepa, está siendo desarrollada por Rusia, China y Estados Unidos. Sin embargo, salvo China, las otras dos potencias sí han mostrado preocupación ante esta nueva arma. Los EEUU, por razones obvias; el misil chino se paseo rozando su territorio. Rusia, por su parte, se queja de que la proximidad de la OTAN a su territorio en Polonia y los países bálticos, además del acercamiento de Ucrania a las organizaciones internacionales de corte occidental, convierte a estos territorios en posibles bases de misiles hipersónicos que amenazarían su integridad territorial.

¿Existe alguna defensa contra esta amenaza? Se sabe que Estados Unidos y Japón están estudiando la manera de detectar y abatir estas armas desde satélites en órbita. El problema está en que estos misiles pueden ser transportados en buques, aviones o submarinos que pueden acercarse a corta distancia de sus objetivos, por lo que si a esto le sumamos la velocidad hipersónica, los tiempos de respuesta pueden ser mínimos. A todo lo anterior hay que añadir que todos estos misiles pueden transportar ojivas nucleares.

Nos encontramos en una situación similar a la de la guerra fría: potencias con capacidad nuclear y riesgo de destrucción mutua asegurada. Por tanto, se podría concluir que esta carrera armamentística tiene más un carácter disuasorio que ofensivo, al menos mientras se mantenga el equilibrio entre las tres potencias que garantice que ninguna se va a atrever a ser la primera en iniciar un ataque que asegure su propia destrucción.

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