ChatGPT vencido al ajedrez por una consola de hace 50 años


Desde que ChatGPT apareció no han dejado de surgir catastrofistas empeñados en predicar el apocalipsis que las IA generativas van a provocar en el mundo. Que si nos va a quitar el trabajo, que si se van a sublevar y nos van a gobernar y no sé cuantas tonterías más. La verdad es que, aunque los resultados que nos dan estas IA muchas veces nos dejan con la boca abierta, también es cierto que están muy lejos de ser máquinas realmente inteligentes y, mucho menos, conscientes.
 
Imagen generada con la IA SORA de ChatGPT
 
El caso es que hace unas semanas, un tal Robert Jr. Caruso enfrentó una Atari 2600 de 1977 contra el archiconocido ChatGPT en una partida de ajedrez. Para ello, utilizó un humilde emulador de Atari sobre una máquina de 1,19 Mhz y 128 bytes de memoria RAM. Por el lado contrario había una red neuronal conectada a un centro de datos formado por múltiples GPU, David contra Goliat, pero a lo bestia.

Caruso definió el experimento como una «masacre» y ChatGPT fue humillado en el nivel principiante. En esta primera partida, Caruso intuyó que la IA no tenía «conciencia de tablero», identificaba mal las piezas y por eso erraba (que no herraba).

Decidido en eliminar esa vulnerabilidad, Caruso comunicó los movimientos de la partida en modo texto. A pesar de ello, la más famosa de todas las IA —con el permiso de Skynet— siguió pifiándola una y otra vez mientras que nuestra humilde Atari (con cerca de 50 años a sus espaldas) vencía una y otra vez.

¿Que nos enseña esto?

La potencia no lo es todo. El programa de ajedrez (que ocupaba apenas 4 KB de memoria) que corría por la vetusta Atari 2600 fue escrito con el único fin de jugar al ajedrez. Sin embargo, ChatGPT es un chatbot un programa diseñado para dialogar y predecir la palabra más probable en una secuencia de texto. Aunque pueda analizar todas las partidas almacenadas en Internet, no posee una estrategia de juego.

Lo que nos lleva a la conclusión de que la fuerza de un programa no depende solo de la potencia de procesamiento, sino de la calidad del código, su eficiencia y su diseño orientado a la herramienta que se va a utilizar.

Dicho esto, programadores, poneos las pilas, no seáis vagos y programad a la antigua usanza. De lo contrario, Skynet nos destruirá a todos.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Libros que leo: Team of Teams de Stanley McCrhystal

Edita archivos de texto plano en tu terminal de Windows 10

Fraudes que leo: La supraconcienca existe del Dr. Manuel Sans Segarra.