Futbol, liga y censura digital. La dictadura del furbo.

Durante mucho tiempo he tenido que viajar los domingos conduciendo. Pones la radio, y fútbol; cambias de emisora, y fútbol. El lunes vas a trabajar, y otra vez fútbol. Cuando ves un informativo y llegan a la sección de deportes, ¿por qué no le cambian el nombre y la llaman sección de fútbol? El fútbol es como el reguetón, está en todas partes y no puedes huir de él.

Pero eso no es lo peor. Si tienes la mala suerte de estar un día en una ciudad donde se juegue un partido de esos que llaman de riesgo, apaga y vámonos. Las calles estarán ocupadas por grupos de homínidos violentos y salir a tomar una cerveza puede costarte un disgusto.

El caso es que la cosa no queda ahí —que ya es mucho—. Ahora, LaLiga (que es el organismo que dirige la cosa esta del furbo en nuestro país), con la excusa de proteger sus intereses y, en complicidad con Movistar, se ha puesto a bloquear IPs los días de fútbol con la excusa de evitar que las páginas que ofrecen ver este espectáculo de forma gratuita puedan retransmitir los partidos.

El problema de todo esto es que cierran rangos de IPs enteros, sin importarles que, además de esa cosa que llaman deporte, pueda haber alojadas múltiples páginas web que nada tienen que ver con la retransmisión ilegal del fútbol. Y todo ello, amparado por la resolución de un juez de Barcelona que, me da la impresión de que sabe de Internet lo mismo que yo de sánscrito.

Imagen generada con ChatGPT
 

Imaginad que vivís en un bloque de apartamentos donde un inquilino se dedica a fabricar droga. Si la policía siguiese el criterio de LaLiga, Movistar y el juez de marras, en vez de entrar con una orden judicial y detener al tipo este, lo que harían es cerrar a cal y canto el edificio, sin dejar salir ni entrar a nadie, en las horas que el fabricante de drogas trata de enviar su mercancía a sus camellos preferidos.

Pues precisamente eso es lo que están haciendo LaLiga, Movistar y el dichoso juez: están cerrando el tráfico de determinados rangos de IPs (algunas de ellas incluso alojan organismos oficiales) con la intención de que los furboleros no vean gratis los partidos. Una medida, a todas luces, desproporcionada.

Es lo que tiene vivir en un país en el que es más importante defender los intereses de unas corporaciones que ofrecen un espectáculo patético por el que mucha gente se pelea y mata, que asegurar los derechos de cualquier ciudadano decente que quiere navegar libremente por Internet.

Comentarios

  1. Un par de pelotas20/5/25, 19:52

    Ponte Radio 3, quejica. Un abrazo.

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    1. Eso díselo a los cachondos que arrancaron ayer un semáforo en Bilbao. Un abrazo.

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