¿Te comprometes o te implicas? El ejemplo de los huevos con chorizo

Existe un dicho que reza: «En un plato de huevos fritos con chorizo, la gallina se compromete, pero el cerdo se implica». Esta expresión define los diferentes niveles de participación, reparto de responsabilidades y asunción de consecuencias (positivas o negativas) en diversos contextos, ya sea un proyecto profesional, una relación personal u otras situaciones.

En este caso, el compromiso de la gallina es limitado: proporciona los huevos, pero sobrevive. El cerdo, en cambio, al suministrar el chorizo, asume que debe ser sacrificado; su implicación es total.

Imagen generada con ChatGPT

Todos conocemos a personas que, ante una situación determinada, participan de forma superficial, como la gallina. Asimismo, nos encontramos con individuos que se entregan por completo a una causa, sin importarles las consecuencias, al igual que el cerdo.

¿Debemos comprometernos o implicarnos? La respuesta no es sencilla. Depende de la situación, de lo que se espere de nosotros y de cómo nos afecte el problema. En cualquier caso, os invito a reflexionar sobre los diferentes niveles de compromiso que asumís en el trabajo, con la familia o con los amigos. Esta reflexión os ayudará a descubrir qué consideráis realmente importante en vuestra vida y, quizás, a encontrar un equilibrio entre el compromiso y la implicación en los aspectos que más os importan.

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