¿Legislar la Inteligencia Artificial?

Esta semana ha sido noticia la difusión de unas fotos de chicas menores de edad retocadas con inteligencia artificial para que aparecieran desnudas. La policía y los jueces han actuado rápido y ya se verá el modo en el que los culpables son castigados y, más importante aun, cómo serán reparadas las víctimas.

La vorágine mediática y muchos de los analfabetos digitales que pueblan muchas de las tertulias radiofónicas o televisivas y las columnas de prensa escrita se han lanzado en una cruzada sobre la necesidad de legislar los usos que deben darse a la mal llamada «inteligencia artificial».

Pongamos las cosas en contexto. Matar es un delito. Da igual si lo haces con una pistola, un cuchillo jamonero o una motosierra. Sin embargo, a nadie se le ocurre legislar sobre los usos que deben dársele a una motosierra. Del mismo modo, publicar fotografías de una persona sin su consentimiento tiene su castigo penal. Da igual que sea una foto real, un retoque realizado con photoshop o con una aplicación que emplee la inteligencia artificial. Si, para colmo, las víctimas son menores, la tipificación de la falta o delito se agrava. El hecho es lo que importa, no la herramienta.

Lo que sí hay que hacer, y pocos advierten, es formar a los profesionales que van a tener que lidiar con las consecuencias del mal uso de estas nuevas herramientas. Cada vez va a ser más difícil reconocer si un vídeo, audio o fotografía es real o no. Necesitamos peritos que posean las habilidades técnicas para discernir entre realidad y falsificación. Necesitamos periodistas que trabajen sus propios artículos, confronten las noticias y que no den por buena cualquier primicia viral que surja de las redes sociales. Y todos nosotros debemos educarnos en el pensamiento crítico y poner en duda todo aquello que no nos llegue de una fuente verificada y de confianza.