William Gibson. El padre del cyberpunk
Hoy toca hablar de un autor y de un subgénero de la ciencia ficción que entroncan con esta perspectiva anticipativa de la ci-fi. El autor es William Gibson y el subgénero es el cyberpunk.
Antes de meternos en faena, quiero que atendáis al siguiente párrafo que aparece en uno de los cuentos de Gibson: «Lo que no te dicen es que es imposible moverse, vivir, actuar a cualquier nivel sin dejar huellas, pedacitos, fragmentos de información en apariencia insignificantes. Fragmentos que pueden ser recuperados, amplificados…».
Parece actual ¿verdad? Los últimos escándalos de Facebook / Meta y sus políticas de ventas de datos a terceros podrían haber inspirado esta frase para un artículo en una publicación especializada. Pero, ¡Oh, sorpresa!, William Gibson escribió Johnny Mnemonic (que es donde aparece el texto) en 1981, cuando lo más parecido Internet se llamaba ARPANET (una red militar que luego se extendió a las universidades americanas) y la World Wide Web no había nacido.
Ya solo por eso es obligado conocer a William Gibson. Nacido en 1948, residió durante su infancia en muchos lugares debido a que su padre era constructor y debía trasladarse a los lugares donde se desarrollaban sus proyectos. Lector precoz de ciencia ficción, se le considera uno de los creadores del subgénero cyberpunk junto con Bruce Sterling y John Shirley.
Su novela más conocida es Neuromante que recibió los premios Hugo y Nébula. También es autor de cuentos cortos como el ya citado Johnny Mnemonic o El continuo Gernsback.
¿Qué es el cyberpunk? El cyberpunk es un subgénero de la ciencia ficción de carácter distópico que describe mundos en los que la alta tecnología convive con la pobreza y el dominio de las altas corporaciones. El cyberpunk de Gibson trata de sociedades en las que los implantes biónicos y el consumo de drogas que amplían la consciencia combinadas con dispositivos informáticos de realidad virtual son algo común. ¿Realidad virtual? Parece que otra vez Gibson se anticipó a su tiempo.
Si sientes nostalgia de las cintas de casete y los disquetes de ordenador, seguro que disfrutarás con la obra de Gibson.
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