Aumenta tu productividad: pon un Bullet journal en tu vida

Comprar una agenda es un derroche. Te digo por qué:

1. No utilizas todas tus páginas.
2. Solo sirve para organizar citas, llamadas y eventos en un marco temporal, pero no esta diseñada para gestionar listas de tareas o proyectos.
3. No es una buena herramienta para tomar notas.

Debido a estas razones, te ves obligado a cargar con una agenda y un cuaderno de notas. ¿Se pueden unificar una agenda, un gestor de tareas y una libreta de notas en un solo cuaderno? La respuesta, gracias a Ryder Carroll, es afirmativa: utiliza el método Bullet Journal.

Antes de meternos en faena, te aviso de que si buscas el término Bullet Journal por Intenet te vas a quedar, cuando menos, sorprendido. Miles de personas suben fotos de sus cuadernos a las distintas redes sociales con cientos de añadidos, plantillas, dibujitos y colores pugnando por presentar el BuJo (acrónimo de Bullet Journal) más bonito. Y no se trata de eso. Bullet Journal es un método de organización diseñado para ser más productivo.

Lo que caracteriza a BuJo es su flexibilidad. Al contrario que las agendas, que siguen una estructura rígida, BuJo te permite personalizar tu cuaderno hasta el extremo.

Puedes ver más fotografías como esta en mi cuenta de Flickr o en mi Instagram

¿Qué es Bullet Journal? BuJo es una manera de organizar un cuaderno de forma flexible que te permite apuntar citas o compromisos, gestionar tareas, tomar notas y realizar un seguimiento de tus metas y proyectos. También puede emplearse como diario personal en el que volquemos nuestras reflexiones. ¡Todo eso en un único cuaderno!

La clave del sistema está en la «puesta a punto» del cuaderno en si mismo.

¿Qué necesitas para iniciarte en BuJo? A pesar de lo que veas por Internet, solo necesitas un cuaderno y un bolígrafo. Nada más.

Vayamos al grano. Te voy a enseñar a configurar tu cuaderno para emplearlo como Bullet Journal y te voy a dar unas breves indicaciones de uso. Para mejorar y ampliar conocimientos, tienes la red de redes.

Una vez seleccionado tu cuaderno —vale cualquiera con el que te sientas cómodo— reserva las primeras páginas como índice. Este es el corazón del sistema, como verás más adelante. Ya te aviso que debes numerar todas las páginas de tu cuaderno. No es necesario que lo hagas de inmediato. Yo, por ejemplo, lo hago conforme las voy usando.

Las dos siguientes páginas debes dividirlas en seis secciones. A cada sección le asigno un mes a partir del siguiente al actual. El número de secciones dependerá de a cuanto largo plazo quieras planear. En estas secciones deberás ir anotando aquellas tareas, cumpleaños, citas o compromisos que te vayan surgiendo.

Siguiente página: el mes en curso. Divide la página en los días del mes. Te servirá para gestionar los eventos mas cercanos.

A partir de aquí depende de cada cual. Hay quien reserva otra página para la semana, hay quien trabaja día a día.

Es a partir de este momento cuando empieza lo interesante del sistema. Abres tu cuaderno, te vas a tu primera página libre, anotas la fecha, la numeras y empiezas a escribir. Mucha gente utiliza una clave para diferenciar notas de compromisos o de tareas. Eso depende de tu forma de trabajar. Hasta aquí, lo que tenemos es una agenda. ¿Dónde se demuestra el poder de BuJo? Imagina que tienes una lista de tareas sin fecha fija, o un proyecto, o se te ha ocurrido una idea brillante que quieres plasmar, o cualquier otras cosa. Pues reservas una página, la numeras, le das un título y empiezas a trabajar sobre ella. Luego, en el índice registras la página y, cuando necesites volver a ella, solo tienes que buscar en que página está.

Es un sistema que puede parecer caótico al principio pero te aseguro que con un poco de constancia te harás con él y serás más productivo. Además, su flexibilidad te permite adaptarlo a sistemas de productividad como GTD

¿Te animas a probarlo?