Activismo de Tick Tock

Las palabras que dan título a este post no son mías. Se las escuché por la radio a la periodista Karina Sainz Borgo refiriéndose a la última tendencia de protesta que una serie de bárbaros imbéciles han puesto de moda, y que consiste en arrojar pintura, sopa, tomate frito o cualquier otra guarrería a una obra de arte y, acto seguido, adherirse a la pared con pegamento.

Por supuesto, la acción se realiza en un local lleno de gente, lo que provoca las ya imprescindibles grabaciones por teléfono móvil y su propagación posterior en redes sociales. De ahí lo de activismo de Tick Tock.

Hace unos años, nos llevábamos las manos a la cabeza y condenábamos la destrucción de obras de arte realizadas por los criminales terroristas del Daesh. Posteriormente, muchos idiotas analfabetos que no tenían —ni tienen— ni pajolera idea de historia derribaban estatuas de Cristóbal Colón o de Fray Junípero Serra ante la sonrisa comprensiva de otros idiotas analfabetos. Hoy, compartimos por Tick Tock, feisbu o el tuiter las barrabasadas de estos bárbaros.

¿Qué queréis que os diga? Cualquier causa, por justa que sea, pierde su legitimidad si, para defenderla, necesitas destruir cosas. Mejor dicho, pierden legitimidad sus defensores. ¿Qué será lo próximo? ¿Quemar los libros que no nos gustan? Eso ya ha ocurrido (y no hace tanto).


Imagen generada con la IA Stable Diffusion

Si para defender tus ideas necesitas destruir, mal vamos. Y a ti, que derribas estatuas, dañas (o intentas) dañar obras de arte, te digo lo siguiente: ERES TONTO. Eres tonto porque estas alimentando una bestia. Una bestia más inteligente y malvada que tú que, una vez que idiotas como tú hayan caldeado el ambiente se aprovecharan de la situación e intentaran asaltar el poder. ¿Te suenan los nombres de Hitler o Stalin? ¿Te suena un filoterrorista como Xavier Arzallus y su «unos sacuden el árbol y otros recogen las nueces»? Pues tú, sí tú, aunque no te des cuenta porque eres tonto, tú eres su marioneta. Y ya sabes lo que se hace con los juguetes cuando ya no sirven: al cubo de la basura.

Comentarios

  1. Muy bien dicho.
    Hay que llamar a algunos como lo que son.
    👏👏

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