El futuro del automóvil

A todos nos gusta elucubrar como será el futuro. Ese es uno de los temas recurrentes de la ciencia ficción, definir un futuro creíble. Hoy voy a sacar la bola de cristal y voy a intentar imaginar como derivará la industria y el uso que le demos al automóvil en el corto y medio plazo.

SEAT 2000 por Álvaro Moreno. Puedes ver más fotos mías en mi galería de Flickr

Casi todo el mundo es propietario de un coche. Dependiendo de donde vivas y de las condiciones del transporte público, podemos considerarlo un bien indispensable. Pero el auto es una propiedad cara. No hablo de su precio de compra, sino de los gastos que genera. Si sumamos seguros, impuestos, mantenimiento y llenado de combustible, al año se nos escapan muchos euros. Y no hablemos de las sorpresas que nos llevamos a veces, cuando lo llevamos al taller por una revisión o avería menor y nos encontramos con que hay que cambiar tal o cual elemento que cuesta un riñón.

Por eso quiero imaginar un mundo en el que poseer un coche no sea una necesidad. No se trata de una utopía, sino una consecuencia del desarrollo actual de la tecnología.

En muchas ciudades, ahora mismo es posible pasear por la calle y desbloquear un patinete eléctrico o una bicicleta con un aplicación de tu smartphone y disfrutar de ello por un precio barato. En Madrid, incluso puedes desbloquear un coche eléctrico. Ese último servicio no está disponible en todos los sitios, pero no dudo que se extenderá en el medio plazo. De ahí que en breve, no sea necesario adquirir un automóvil. Si no eres alérgico al transporte público y solo usas tu coche para viajar y llenar el maletero con tu compra semanal, creo que saldrá más rentable alquilar un coche vía smartphone que comprarlo. El hecho de usar apps abarata los costes ya que, a diferencia de un alquiler normal, que suele ser de 24 horas como mínimo, solo pagas por el tiempo que usas el vehículo. Una vez que se extienda este servicio ya no tendrá sentido adquirir un auto.

Por otro lado, y ya me voy al medio y largo plazo, cuando los coches autónomos sean una realidad tangible (ahora existen, pero no hay normativa legal que te permita usarlos), no importará que cerca tuya haya un vehículo aparcado, bastará llamarlo con tu app y que te lleve a tu destino.

Creo que es un bonito futuro. ¿Tú que piensas?

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Los preocupantes resultados del experimento Milgram

Conflictos silenciados: Cinco zonas calientes que no verás en las noticias

Sentimientos negativos