Películas que tienes que ver: Naves misteriosas

 

Además de comentar libros de ciencia ficción, no podemos dejar de lado en este blog las películas del género. Hoy quiero traeros una joya poco conocida de la ciencia ficción: Naves Misteriosas.

Cartel de la película

El título original de esta película es silent running, que se podría traducir como funcionamiento silencioso. Ya sabemos que en España, los distribuidores de cine tienen la mala costumbre de inventarse los títulos en vez de traducirlos, lo que hace que, cuando hablas con alguien en otro idioma, resulte casi imposible identificar algunos títulos.

De origen estadounidense, el filme fue dirigido en 1972 por Douglas Trumbull que, entre otros trabajos, había participado como supervisor de efectos especiales en la ya clásica 2001. Odisea en el Espacio de Stanley Kubric.

El argumento nos lleva a un distópico siglo XXI en el que la vida vegetal ha desaparecido de nuestro planeta. Tres naves espaciales en órbita sobre Saturno son las depositarias del legado vegetal del planeta con la idea de repoblar la Tierra si cambian las condiciones.

Nuestro protagonista, Freeman Lowell, es el responsable de cuidar de las plantas en una especie de invernadero situado en la nave Valley Forge.

De repente, la flota recibe la orden de destruir su cargamento vegetal y de regresar a casa. Lowell se opone a ello y asesina a sus compañeros de viaje, al tiempo que dirige la nave fuera de la órbita de Saturno.

Además de sus compañeros humanos, en la nave viajan dos robots —Huey y Dewey— que realizan distintas labores de mantenimiento y que acaban siendo reprogramados por el protagonista para que hagan labores de jardinería.

Podemos destacar de la película el ambiente opresivo en la que se desarrolla y que se magnifica con la soledad del único tripulante humano, el cual se esfuerza en humanizar a sus compañeros descargando sobre ellos, a modo de confesores, sus remordimientos por haber asesinado a sus compañeros, a pesar de estar plenamente convencido de lo necesario de sus acciones.

Se trata de una obra muy recomendable que nos invita a reflexionar sobre el futuro de nuestro planeta. Y, si te gusta Joan Báez, ya tienes otro motivo para ver la película porque participa en la banda sonora.

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