10 años desde Fukushima

Hace una semana se cumplieron 10 años de la tragedia de Fukushima. Para muchos, esta catástrofe les reafirmó en su oposición a la energía nuclear. Para otros, entre los que me encuentro, la central de Fukushima es una prueba de que las centrales nucleares son seguras.

Central Nuclear de Fukushima en 2007

IAEA Imagebank, CC BY-SA 2.0, via Wikimedia Commons

Veamos los hechos:

  1. En el momento del terremoto, 3 de los reactores (los números 4, 5 y 6) estaban parados por labores rutinarias de mantenimiento. Los reactores 1, 2 y 3 se pararon automáticamente como medida de seguridad. El terremoto tenía una magnitud de 8,9 grados Ritcher. Los seísmos de esta magnitud se describen como épicos o cataclismos y liberan una energía superior a la explosión de 210 millones de toneladas de TNT. El equivalente a una bomba atómica de 210 megatones. La explosión nuclear más potente que se conoce se registró en un ensayo de la Bomba del Zar por parte de la extinta Unión Soviética. La bomba liberó 50 megatones de energía. Pues bien, LA CENTRAL NUCLEAR DE FUKUSHIMA SOBREVIVIÓ A UN TERREMOTO DE POTENCIA 4 VECES SUPERIOR A LA BOMBA NUCLEAR MAS POTENTE QUE SE HAYA EMPLEADO NUNCA.

  2. El terremoto provocó un tsunami de 14 metros de altura que, tres cuartos de hora después, alcanzó la central. El gran problema fue que el dique de contención de la planta era de 5.7 metros, por lo que el tsunami inundó los edificios de alrededor de los reactores 1 a 4 destruyendo los generadores de emergencia que se habían puesto en funcionamiento justo después del terremoto.

  3. Al apagarse los generadores, ya no fue posible la refrigeración produciéndose tres fusiones nucleares y tres explosiones de hidrógeno con la consecuencia de la filtración de contaminación radioactiva. Hay que insistir en que no hubo explosiones nucleares.

  4. Se estima que la radiación liberada en el aire fue de menos del 15% que la que se filtró en Chernóbil. La dosis acumulada por las personas en el área fue 10 veces menor que la registrada en Chernóbil.

  5. Los efectos sobre la salud se materializaron en una mayor incidencia de cáncer de tiroides en menores de edad. Sin embargo, este aumento de casos se ha detectado al realizar un cribado masivo entre los niños que estuvieron potencialmente expuestos a la radiación. Las mediciones de yodo radiactivo en estos jóvenes hacen suponer que la mayor parte de estos cánceres no darán lugar a síntomas o no tendrán un efecto considerable sobre la salud.

  6. Las muertes causadas por el terremoto y el tsunami se aproximan a las 20000. Muchas de las muertes posteriores (unas 1200) se debieron a enfermedades relacionadas con el frío, ya que al cesar la producción de energía nuclear se incrementaron los precios de la electricidad. Mucha gente no pudo encender sus calefacciones y sufrió enfermedades, en algunos casos mortales. Sin embargo, las muertes achacadas a la radiación son unas 130.

Como podemos observar, la central nuclear resistió un terrible terremoto y la fusión de los reactores se debió a que el tsunami supero un dique de contención averiando los generadores de emergencia. Nos encontramos ante una situación sin precedentes, aun así, las filtraciones radiactivas fueron mínimas. La conclusión no puede ser otra: la energía nuclear es segura.

España es un país que importa energía. Gran parte de la electricidad que consumimos se la compramos a Francia que la produce en centrales nucleares cercanas a los Pirineos. Si, Dios no lo quiera, una central nuclear francesa sufriese un incidente de este tipo, seriamos los primeros afectados.

Habiéndose demostrado que la energía nuclear es limpia y segura, no entiendo por qué la tendencia en España es desmantelar las pocas centrales que poseemos en vez de modernizarlas y construir otras nuevas.

¿Qué pensáis vosotros?

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