¿Compartir o no compartir inteligencia?

 

Fuente:Pixabay.com
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Hoy he leído un artículo de Foreign Affairs muy interesante. Se titula The declining market for secrets o, lo que traducido al español sería El declive del mercado de los secretos. No me he resistido a hacer una pequeña reseña.

Este artículo trata la aparición de empresas de análisis de inteligencia de fuentes abiertas. Lo que en el argot se conoce como OSINT (Open Source INTelligence). Estas empresas ofrecen informes con contenidos similares a los de las agencias estatales de inteligencia. La calidad de estos informes, no solo no se ve mermada, sino que suelen ser más útiles, puesto que al no estar clasificados, se difunden con mayor agilidad y oportunidad.

Y este es el quiz de la cuestión: que la información llegue cuanto antes a aquel que deba tomar las decisiones. La estricta y farragosa gestión de las materias clasificadas con el fin de evitar filtraciones, hace que, en ocasiones, la información no llegue a tiempo a quien puede sacarle provecho. Para colmo, esta gestión dificulta que muchas agencias y organismos compartan inteligencia, lo que puede conllevar consecuencias terribles cómo los atentados del 11-S en EEUU o los del 11-M en España.

El general Stanley McChrystal, en una conferencia que impartió en TED, se mostraba partidario de asumir el riesgo de sufrir filtraciones (obviamente, se refería al famoso escándalo del caso Manning) con tal de asegurar que la información llegase a quien pudiera aprovecharla. De forma jocosa narraba una anécdota: necesitaba difundir información personal sobre unos terroristas. Le preguntó a un oficial de inteligencia cómo hacerlo. Este le propuso que desclasificara la documentación. McChrystal se sorprendió —Se va a enterar el enemigo—, adujo. —Son sus datos—, dijo el oficial de inteligencia —. Los conocen—.

Obviamente, existe información que debe ser custodiada y su acceso muy restringido. Sin embargo, mucha otra debe ser compartida de forma ágil. Tanto más, cuando con las tecnologías actuales y recurriendo a fuentes abiertas, alguien con conocimiento puede llegar a las mismas conclusiones que una agencia estatal y traficar con ellas para obtener un beneficio.

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