Cómo un extremeño, al frente de 300 godos, venció a 60.000 francos

 

La aventura de los Godos de Juan Antonio Cebrián

Leyendo el libro de Juan Antonio Cebrián La aventura de los Godos descubrí la Batalla de Carcasona en la que 300 godos del Reino de Toledo vencieron a más de 60.000 franco-burgundios. Obviamente, el número 300 me hizo recordar la famosa Batalla de las Termópilas en la que Leónidas y sus 300 espartanos se enfrentaron a los persas de Jerjes.

Tenemos constancia de la Batalla de Carcasona por los escritos de Juan de Biclaro y de San Isidoro de Sevilla. Por aquella época, gobernaba en España el rey visigodo Recaredo I, que fue el primer gobernante godo que se convirtió al catolicismo, consiguiendo así la unificación religiosa de la península ibérica. En aquellos tiempos, si el rey se convertía a una religión, el resto de sus súbditos también quedaba convertido de forma automática. Este hecho no fue bienvenido por parte de la nobleza visigoda que practicaba el arrianismo, lo que obligó al rey Recaredo a lidiar con, cuando menos, cuatro conspiraciones.

La tercera de ellas, que es la que nos ocupa, fue gestada en el año 589 por los condes Granista y Wildigerno y el Obispo arriano de Narbona, Athaloc. Estos personajes consiguieron la ayuda del rey de Borgoña, Guntram. Es curioso que una conspiración arriana fuera apoyada por el rey borgoñés, puesto que era católico. Pero hay que tener en cuenta que francos y godos ya se habían enfrentado en múltiples ocasiones desde la caída del Imperio Romano por el control de la región de la Septimania. El caso es que los conspiradores consiguieron reunir una fuerza de unos 60.000 soldados.

Esta amenaza no debió asustar mucho a Recaredo, pues envío contra los sublevados una fuerza de 300 godos al mando del duque Claudio que, para colmo, no era godo sino un noble hispano-romano de Mérida (cómo Máximo, el de Gladiator), que ostentaba el cargo de dux emeritensis o dux lusitano.

Aunque no está muy documentado el desarrollo de la batalla, según el obispo Gregorio de Tours en su Historiae Francorum, los francos, confiados en su superioridad, montaron una gran fiesta al llegar a Carcasona. Cuando el vino empezó a embotar sus sentidos, un pequeño grupo de godos les atacó. Los francos, envalentonados, empezaron a perseguir a los atacantes, que les guiaron a una zona de emboscada, donde las tropas de Claudio los rodearon desatando el caos entre sus enemigos que se batieron en una retirada desordenada, como demuestran los restos arqueológicos1 en los que se ve un gran número de los caídos en la lucha con heridas en la espalda.

Así lo cuenta Gregorio de Tours:

«Estableció su campamento al borde de un pequeño río cerca de la ciudad y se puso a festejar, y cuando ya briago empezaba a expectorar blasfemias e injurias en contra de los godos, éstos irrumpieron de improviso en medio de los convidados y las viandas. Los comensales se levantaron enseguida pegando alaridos de guerra. Los godos les opusieron poca resistencia y fingieron darse a la fuga, y los otros los persiguieron hasta el lugar de la emboscada, donde fueron repentinamente rodeados y fue una carnicería. Quienes lograron escapar montaron a caballo y huyeron, dejando sobre el terreno su mobiliario, sin salvar de sus pertenencias más que lo que traían encima, y dándose todavía por muy bien servidos con estar con vida. Los godos al perseguirlos recogieron todas sus cosas, cargaron con ellas e hicieron prisioneros a los peones. Mataron a cerca de cinco mil hombres, y se llevaron prisioneros a más de dos mil, si bien liberaron a muchos que luego volvieron a su país2»

La batalla se saldó con 5000 muertos y 2000 prisioneros por parte del bando perdedor.

Así pues, en España tenemos a nuestro Leónidas particular que, al frente de 300, venció a un ejército franco tremédamente superior.

Esta Nochebuena, si cenáis con vuestro cuñado, ya tenéis un tema de conversación con el que presumir de lo mucho que sabéis de la historia de España.

Y si queréis saber más sobre el reino visigodo de Toledo, ya sabéis, leeros el libro de Juan Antonio Cebrián.


  1. Castillo Lozano, José. (2018). "La sacralización de la guerra en la Antigüedad Tardía: la batalla de Carcasona (589) y los otros 300", Revista Universitaria de Historia Militar, vol. 7, 14, 2018, ISSN 2254-6111, pp. 94-114. Revista de historia militar. 7. 94-114.

  2. https://homoreciprocans.wordpress.com/2013/07/10/historia-de-los-francos-de-587-a-589-libro-9/#_ftnref

Comentarios

Entradas populares de este blog

Sentimientos negativos

Libros que leo: Soldados del General Juan Domingo Guerra

Es peor oxidarse que quemarse