La presa etíope que aterra a los egipcios
El agua, clave de conflictos futuros
El agua es indispensable para la vida. Es un recurso natural del que no se puede prescindir. Tenemos alternativas para el petróleo, pero no para el agua. El cambio climático favorece la deserticación de determinadas zonas o propicia la insalubridad de aguas anteriormente potables.
Es fácil pensar que si el control de recursos naturales es una necesidad estratégica, el control de acuíferos y flujos de agua también lo es. Cuando el agua es escasa, cuando los actores que dependen de una determinada fuente son varios o cuando la economía de un país depende del caudal de una determinada corriente fluvial, el conflicto está prácticamente asegurado.
Un ejemplo ---a menor escala--- lo tenemos en España: los trasvases de determinadas cuencas hidrográficas a otras provocan discusiones y denuncias entre las Comunidades Autónomas y el Gobierno de la Nación. Los diferentes planes hidrológicos, independientemente del color del gobierno de turno, nunca han estado exentos de polémica.
La Presa del Gran Renacimiento Etíope
El 31 de marzo de 2011 Etiopía hizo público su proyecto de construir una gran presa sobre el Nilo Azul. Dos años más tarde, el 28 de mayo de 2013 inició la contracción de dicha presa que tendrá la capacidad de producir 6000 MW de electricidad. Por aquel entonces, tras el éxito de las primaveras árabes, gobernaba en Egipto Mohamed Morsi, el cual afirmó:
Defenderemos cada gota del Nilo con nuestra sangre si es preciso.
La frase no es baladí, ya que el suministro de agua dulce de Egipto depende un un 90% del Nilo. Por otro lado, la agricultura y la ganadería egipcias han dependido históricamente de las crecidas de este río.
No es de extrañar que los gobernantes egipcios miren con preocupación la construcción de la presa. tanto más, cuando Etiopía ha informado de que pretende llenar la presa en el año 2023. Las estimaciones más optimistas dicen que el caudal del Nilo en Egipto se vería reducido en un 25%. A pesar de que el gobierno de Addis Abbeba asegura que el flujo de agua hacia Egipto no se va a ver afectado, El Cairo no termina de confiar en su vecino.
Dos buenos motivos para chocar
Egipto tiene buenas razones para oponerse a la construcción y el funcionamiento de la presa. No es solo un problema económico que afecta a la ganadería y a la agricultura; es un problema de supervivencia pura y dura que, mal gestionado puede llevar a terribles hambrunas.
Por otro lado Etiopía no quiere renunciar a la oportunidad de convertirse en una potencia energética en la zona que supondría una gran inyección económica y una ocasión para el desarrollo del país.
¿Donde está la pelota ahora?
Las conversaciones entre Egipto y Etiopía están en el dique seco. El Cairo ha apelado al Consejo de seguridad de la ONU para que intermedie.La comunidad internacional tiene mucho que decir. Un conflicto bélico en la zona acarrearía terribles consecuencias humanitarias y ecológicas.
Comentarios
Publicar un comentario